“Las capacidades suman, la actitud multiplica”. Esta es la filosofía que sigue Aimar Armendáriz, alumno de 4º ESO, que acaba de conseguir una prestigiosa beca para cursar el Bachillerato Internacional en UWC Red Cross Nordic, Noruega. Según nos cuenta, cuando se enteró de la posibilidad que te brinda la asociación Colegios del Mundo Unido (United World Colleges) gracias a un conocido, no dudó en presentarse.

Para los que no conozcáis esta institución, UWC (Colegios del Mundo Unido) es un movimiento global que hace de la educación una fuerza para unir a las personas, las naciones y las culturas por la paz y un futuro sostenible. Los Reyes de España son Altos Patronos de la fundación. UWC ofrece educación preuniversitaria a alumnado de entre dieciséis y diecinueve años. No tienen en cuenta solo la parte académica, sino que también se interesan por el desarrollo personal de cada persona. De hecho, Aimar participó en un campo de voluntariado nacional de memoria histórica el pasado verano, lo que le pudo haber ayudado a conseguir la beca.

Como le atraía mucho esta asociación, decidió embarcarse en la aventura y, con el apoyo de su familia, amigos y profesores, rellenó en septiembre un formulario en el que preguntaban acerca de tu expediente académico, tus extraescolares, inquietudes y pasiones. Se presentaron alrededor de dos mil solicitudes, pero solo setenta lograron pasar la nota de corte que establecían las evaluaciones del Comité de Preselección, y Aimar fue uno de ellos.

A partir de ahí las pruebas se realizaron con un pseudónimo para preservar el anonimato, aunque fuesen online debido a la pandemia. En ellas tuvo un examen sobre cultura general, un test psicológico, una entrevista y la presentación de un proyecto social desarrollado por él mismo, para beneficio de su barrio. Días después, anunciaron que la lista se había reducido a 32 personas: Aimar seguía en ella, estaba cada vez más cerca de conseguir su sueño.

En la siguiente fase, Aimar fue entrevistado una vez más por el Comité de Selección y realizó dinámicas grupales. “Ese sábado lo recuerdo muy intenso, la verdad”- decía. En él tuvo una serie de actividades para desenvolverse socialmente. Esa misma tarde, se conectó a una videoconferencia de zoom, en la que la tensión estuvo muy presente. En una lista tenían escritos los nombres de todos los seleccionados en orden aleatorio. “Recuerdo contar los nombres que iban diciendo; me dijeron el décimo octavo y éramos alrededor de veinte”- relataba.

Una semana más tarde, después de una entrevista con el Patronato de la Fundación, “nos llamaron a los doce que habíamos conseguido la beca”- decía emocionado.

Aimar, que todavía se sentía en las nubes, eligió de entre los dieciocho colegios que propuso la asociación en diferentes países, un idílico colegio a orillas de un lago en Noruega. En ese centro cursará el Bachillerato Internacional. Es un plan de estudios desafiante que permite a los estudiantes explorar una variedad de temas e ideas, mientras aprenden sobre la importancia de la actividad y el servicio en la comunidad. En concreto, UWC Red Cross Nordic, su colegio, colabora estrechamente con el Centro de Rehabilitación de Haugland y cuenta con Modelo de Naciones Unidas, teatro o actividades de agua y nieve entre sus ofertas extracurriculares.

Ahora, que ya lo ha asimilado todo, se siente agradecido por todas las personas que lo han apoyado; su familia, sus amigos y el profesorado.  A pesar de que han sido unos meses estresantes, llenos de entrevistas, esperar emails, y llamadas, está muy orgulloso de todo lo que ha conseguido.

Además, confía en que va a ser una experiencia muy enriquecedora que le va a brindar una oportunidad para conocer gente de diferentes partes del mundo y nuevas culturas (convivirá con gente de 80 nacionalidades diferentes), para tener una visión tolerante y ser más autónomo.

Al mismo tiempo, cree que va a ser duro, exigente y que va a echar mucho de menos a su familia y amigos. Tiene dudas de no conocer a nadie, pero opina que al fin y al cabo todos van a estar en su misma situación: “es un momento de adaptación, en el que hay que ir con predisposición a salir de tu zona de confort”.

Está seguro de que va a aportar a su promoción la misma motivación y predisposición que aporta aquí y que, además, va a representar a Pamplona y a este colegio.

Nos anima a todas las personas a presentarnos a oportunidades similares, que a veces solo se te presentan una vez en la vida porque “el no ya lo tienes, pero tienes que luchar por el sí”.

Desde aquí, le deseamos que se lo pase genial y lo aproveche al máximo para que cuando vuelva nos cuente todas las anécdotas que seguro que tendrá. ¡¡¡Mucha suerte, Aimar!!!

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